miércoles, 27 de diciembre de 2017

That Boy Is a Monster

Herido Diario:
Hace un poco más de cuatro años me enamore.
Me enamore del chico malo, rudo, todo él decía a gritos ‘'soy amargo no te enamores’’, lo supe desde el momento en que lo vi y no me daba miedo estar cerca de él porque sabía que yo también era de esa manera, era la chica mala, sin sueños de encontrar amor, distante y fría, no estaba rota porque no deje que mi relación pasada me destrozara a tal punto, pero de cierta manera me había cambiado muchísimo la forma de ver las cosas.

Cuando hablamos por primera vez algo en él sabía que yo era perfecta para él y de otra manera y por más que traté de resistirme a la idea, también sabía que yo encajaba con él. Su forma de ser me atrajo muchísimo: su aroma, su voz, su cuerpo, su mirada, todo me volvía loca, todo me gustaba, todo en él era perfecto.

Sabía que enamorarme del chico era un riesgo, pero decidí tomarlo, muchas veces dudaba de mi capacidad para poder hacerlo funcionar, y muchas veces quise rendirme. Siempre que no estábamos juntos tenía la sensación de que eso no era verdad y que él no existía. Hasta que decidí dejarme caer en sus brazos por completo y fue ahí donde ese chico malo que nunca jamás me haría daño, tomo la oportunidad de tenerme por completo y se transformó.

Ese chico se convirtió en un monstruo, el chico malo que me había salvado ya no estaba más ahí, ahora era un ser verdaderamente malo, me enterró sus garras en las entrañas, me quito la ropa, me dejo asfixiada, hasta que logro comerse mi corazón y después mi cerebro cada pedazo lo devoro, dejándome en la obscuridad, tirada, medio muerta, desesperada, sangrando y lejos de casa.

Fue cuando comprendí que siempre había estado esa parte de él ahí, siempre existió solamente que yo no la conocía, ese lado obscuro de él jamás me mostró antes, el efecto de enamoramiento se le paso en el momento en el que yo me entregue toda a este ser y fue cuando aprovecho para convenirse de nuevo en lo que siempre había sido, un monstruo.




lunes, 18 de diciembre de 2017

S k i n 2017

Este año no todo estuvo mal.

Para comenzar obtuve un trabajo relacionado a mi carrera, puede ver un poco más a mis mejores amigas, lo cual siempre me reconforta verlas ya que su compañía es demasiado divertida. 

Descubrí que amo el arte contemporáneo, visite varios museos y me di cuenta lo mucho que me gusta conocer cosas nuevas. Comencé a comer más saludable, mi cuerpo cambió como quería desde un principio, puedo decir que ya soy más fuerte físicamente aunque todavía quiero estarlo más, descubrí productos healthy que cambiaron mi estilo de vida, sobrepase mis límites en cuestión de velocidad al correr, cada día puedo quedarme más tiempo haciendo ejercicios que antes no duraba ni 5 segundos. Me volví mas segura de mi cuerpo.

Trabaje de nuevo con niños, pero por primera vez me gustó hacerlo, me enseñaron muchas cosas, sentí la satisfacción de enseñarles varias cosas, enseñe a nadar a varios niños y les quite el miedo de la alberca a otros, me sentía querida porque muchas niños me seguían mucho, se me quitó la pena de bailar bailes ridículos y me aprendí varias canciones para ellos. 

 Descubrí que una parte de mi, podía querer tanto a alguien saber que no iba a terminar tan rápido ese sentimiento.

 Y por último aprendí que tienes que dejar ir si tienes que pedir que se queden, las personas que te quieren tener en su vida tienen que demostrarlo y no solo decirlo. Comprendí lo que valgo, me di cuenta de todo lo que merezco, porque algún día lo tuve y era feliz. Aprendí a levantarme con más fuerza a pisar más fuerte, a querer y valorar lo que si tenemos con nosotros porque muchas veces esas cosas no regresan cuando las pierdes.