sábado, 19 de julio de 2014

Ausencia

Su amado se había ido sin ninguna explicación o algún porqué, cada día esperaba por el paciente a la espera de que llegara, de escuchar su voz y que la estrechara entre sus brazos.
Cada noche el venía a verla entre sueños,  en los primeros él la adoraba y le decía lo mucho que la echaba de menos, pero al despertar todo eso se esfumaba, nada era real. Pasaban los días y  la ausencia de su amado le pesaba más,  ella nunca imaginó que ahora el solo vendría a sus sueños convertido en sombras, su presencia se iba desvaneciendo.
Y esta se preguntaba, ¿Qué habría pasado? ¿Que sucedía?  Quería decirle tantas cosas ¿Como le diría lo que pasaba con ella? ¿ Como se suponía que le contaría lo que sentía?  Y mucho menos sabía ¿Como le iba a decir que lo extrañaba, que lo amaba, que lo necesitaba sin desplomarse frente a él?
Ella se sentía vacía,  tenía su felicidad,  pero  no la completa no la que su amante le producía.
 A pesar de que cada día sacaba fuerzas para seguir los días sin él su amada también se estaba perdiendo.